¿Alguna vez te has preguntado cuánta agua debes darle a una planta de marihuana? Regar es una de las partes más importantes de los cuidados. Y aunque parece simple, implica más que solo usar tu regadera de vez en cuando.
Si quieres plantas de cannabis saludables y cogollos llenos, es importante asegurarte de que tus plantas reciban exactamente la cantidad de agua que necesitan. En este blog, leerás todo sobre el riego y lo que debes tener en cuenta.
Tabla de contenidos
¿Estás dando suficiente agua a tus plantas?
¿Alguna vez te has detenido a pensar en regar tus plantas de marihuana que están en tu jardín? Quizás sea algo que haces de vez en cuando sin pensar y simplemente viertes un chorro de agua al pie de tus plantas. Sin embargo, es una buena idea ser más consciente de este proceso.
En el cultivo al aire libre, la cantidad y forma en que das agua juega un papel importante en el crecimiento y desarrollo de tus valiosas plantas de marihuana. Si una planta tiene suficiente agua a su disposición, obtiene exactamente lo que necesita.
Por lo tanto, el agua es literalmente vital para tu planta y también influye en la cosecha. Las plantas fuertes y saludables, por supuesto, producen más cogollos que las enfermas y de crecimiento pobre. Por eso, seguramente quieres asegurarte de darle a tus plantas exactamente la cantidad ideal de agua.
¿Qué factores influyen en el riego de la planta de marihuana?
Hay varios factores que afectan la necesidad de agua de las plantas de marihuana que crecen al aire libre. Estos incluyen el medio de crecimiento, la etapa de crecimiento y la temperatura del entorno.
La etapa de crecimiento
Las plantas jóvenes (plántulas) necesitan menos agua que las plantas adultas. En promedio, puedes regar una plántula una vez cada 3 a 7 días. Durante la fase de crecimiento, riegas tu planta de marihuana una vez cada 2 a 4 días, y durante la floración puedes regar cada 2 a 3 días. Por lo tanto, se puede decir con seguridad que cuanto más grandes son tus plantas de marihuana, más agua necesitan.
La tierra
El tipo de suelo también juega un papel en cuánta agua debes darle a tus plantas de marihuana. Algunos tipos de suelo retienen agua menos eficazmente que otros. Las raíces del cannabis prefieren un suelo aireado que drene bien. Normalmente puedes evaluar esto tú mismo.
Cuando riegas, la capa superior debería volver a secarse en unos tres o cuatro días. Si toma más tiempo, la capacidad de drenaje del suelo no es buena. Puedes mejorar esto añadiendo perlita, por ejemplo, que ayuda a hacer el suelo más aireado.
Temperatura y humedad
Por supuesto, al regar tu planta de marihuana, tienes en cuenta el clima. A temperaturas más altas, se evapora más agua y tus plantas tendrán más sed. Lógicamente, tendrás que regar más frecuentemente y en mayor cantidad.
Sin embargo, la humedad del aire también es importante. Si el aire es húmedo, las plantas transpiran menos que en un ambiente seco. El agua se evapora menos rápidamente, lo que significa que necesitas regar menos.
¿Qué debes tener en cuenta al regar?
¿Cómo puedes saber cuándo es el momento de regar tu planta de marihuana nuevamente? Hay algunas señales a las que puedes prestar atención en el cultivo al aire libre.
Observa el suelo
¿Quieres saber si es hora de regar tu planta de marihuana otra vez? Observa bien el suelo. Este puede secarse ligeramente entre riegos. Mientras aún esté húmedo, no necesitas pasar con la regadera (o manguera).
Puedes insertar tu dedo unos cinco centímetros en la tierra. Si esta capa superior está seca, puedes proporcionar algo de agua a tus plantas. Después de haberlo hecho así unas cuantas veces, podrás tener una idea de cuántas veces necesitas regar tus plantas de marihuana.
Observa las hojas
También puedes ver en las hojas cómo están tus plantas. Pero recuerda, si ves que las hojas cuelgan flácidas o se vuelven amarillas, entonces ya hay un problema con el agua. Intenta ajustar inmediatamente la cantidad o la frecuencia con la que riegas.
¿Demasiada o demasiada poca agua?
En el cultivo al aire libre, es importante prestar atención a cuánta agua necesitan tus plantas. Hay algunas señales que te indican que estás dando demasiada o demasiada poca agua a tus plantas de marihuana.
Planta de marihuana con poca agua
Si no le das suficiente agua a tus plantas de marihuana, esto se hará evidente en las hojas. Cambiarán de color, primero se pondrán amarillas y marrones en los bordes. Si la sequía persiste, las hojas se pondrán completamente amarillas, secas y crujientes. La planta se debilita y se atrasa en el crecimiento. Finalmente, tus plantas pueden morir.
También puedes notar la falta de agua en el suelo. La capa superior está tan seca que empieza a agrietarse y a mostrar fisuras, y ya no hay humedad más profunda en el suelo.
Planta de marihuana con mucha agua
Dar demasiada agua también es perjudicial. Con un exceso de agua, las hojas empezarán a caer. Parecen marchitas y enfermas. También pueden ponerse amarillas.
Las plantas de marihuana que reciben demasiada agua crecerán menos vigorosamente o incluso dejarán de crecer por completo. Esto sucede porque el suelo se satura de agua, impidiendo que las raíces absorban oxígeno. Finalmente, corres el riesgo de que la humedad atraiga moho.
La cantidad ideal de agua
Naturalmente, querrás evitar problemas con el agua. Puedes facilitarte la vida comprando un medidor de humedad. Este dispositivo lo insertas en el suelo junto a tus plantas. En la pantalla podrás ver si todavía hay suficiente humedad en el suelo.
Si vigilas bien tus plantas de marihuana, las hojas, el suelo y el clima con estos consejos, no deberías tener problemas con el riego.
