¿Ya consideras estos 10 consejos cuando cultivas marihuana al aire libre? Cualquiera puede cultivar marihuana al aire libre. Nuestro clima es adecuado para ello, y el cultivo al aire libre sólo requiere una pequeña inversión financiera. Ya seas un cultivador experimentado o estés empezando, estos consejos siempre te darán un buen comienzo.
Tabla de contenidos
1. La cepa de cannabis correcta
Tu primer paso en el cultivo al aire libre es elegir la mejor cepa de cannabis. Las cepas fotosensibles dependen de la luz y a menudo necesitan más tiempo antes de empezar a florecer (cinco a seis meses), pero tienen altos rendimientos.
Las plantas autoflorecientes florecen más rápido, por lo que puedes cosechar antes de que haga frío. Estas plantas también se mantienen un poco más pequeñas, lo que puede ser más conveniente en un jardín.
En nuestro clima más frío, elegir una cepa Indica es lo mejor. Florecen más rápido y pueden resistir mejor el clima frío que las cepas Sativa.
2. Siembra: momento y ubicación
Uno de los consejos para cultivar marihuana al aire libre es comenzar a sembrar a finales de abril o principios de mayo. Luego, ya no hay posibilidad de heladas, y puedes sembrar tus semillas directamente en el suelo o en una maceta.
Elige un lugar donde las plantas puedan disfrutar plenamente del sol pero estén protegidas de los vientos fuertes. La ventaja de las macetas es que puedes mover tus preciadas plantas si el clima se vuelve demasiado caliente o ventoso.
3. Considera la calidad del suelo
La calidad del suelo juega un papel significativo en el cultivo de cannabis. Aquí puedes prestar atención al pH del suelo. El pH del suelo indica cuán ácido es el suelo, y este valor influye en cuán bien tus plantas pueden absorber nutrientes.
El valor de pH ideal para las plantas de marihuana está entre 6.0 y 6.8. Puedes medir este valor con pruebas que puedes comprar en un centro de jardinería o con un medidor de pH. También es importante el drenaje, ya que determina en qué medida el suelo se seca rápidamente o se empapa de agua.
El suelo puede ser una mezcla de, por ejemplo, arcilla y arena. Es importante garantizar una textura óptima con la combinación correcta de tipos de suelo.
4. Agua y nutrientes
Las plantas necesitan agua y nutrientes para prosperar adecuadamente. Pero su necesidad de agua y alimentos cambia, dependiendo de la etapa de crecimiento en la que se encuentren. Las plántulas y las plantas jóvenes necesitan menos agua que las plantas maduras. El clima, por supuesto, también juega un papel significativo. Si el sol brilla con fuerza y no llueve mucho, necesitarás dar más agua.
Tus plantas también pueden beneficiarse de la nutrición. Piensa en minerales como nitrógeno, potasio y fósforo. Estos apoyan un buen crecimiento y son bloques de construcción para tus plantas de marihuana. Ten en cuenta que aquí también, la necesidad de nutrientes cambia dependiendo de la fase de crecimiento.
5. Protege tus plantas del frío y del calor
El cannabis es una planta robusta, pero tu marihuana aún puede dañarse por el clima extremo. Demasiado calor puede rizar las hojas y deformar los cogollos. Si hace demasiado frío, tus plantas pueden absorber los nutrientes menos bien.
Por lo tanto, es una buena idea proteger tu marihuana. Si hace mucho calor, usa una lona de sombra contra la luz solar intensa. También puedes proporcionar un poco de enfriamiento adicional rociando las plantas con agua.
Durante el tiempo frío, protege tus plantas colocándolas temporalmente en un invernadero o en interiores. Otra opción es proporcionar más aislamiento. Esto se puede hacer con una capa de mantillo en el suelo o utilizando alfombras de calor.
6. Previene enfermedades y plagas
Uno de los otros consejos útiles para cultivar marihuana al aire libre es prevenir plagas y enfermedades. Haces esto principalmente revisando regularmente tus plantas de marihuana en busca de los primeros signos de enfermedad. Presta atención a los moldes e insectos comunes, como el mildiú polvoriento, los ácaros araña y los áfidos.
La mejor manera de proteger tus plantas es luchar contra estos con métodos respetuosos con el medio ambiente. En muchos casos, puedes usar los enemigos naturales de los insectos. También existen pesticidas basados en productos naturales, como el aceite de neem, el ajo y la tierra de diatomeas.
7. Aplica técnicas de entrenamiento
Las técnicas de entrenamiento también son importantes para promover el crecimiento y la floración de tus plantas de marihuana. Si no prestas atención a esto, tus plantas pueden invertir más energía en formar un dosel denso de hojas que en los cogollos.
Con técnicas de entrenamiento, puedes dirigir el crecimiento para que la luz, el aire y los nutrientes se utilicen de la manera más eficiente posible. Por ejemplo, puedes usar fimming, topping, Entrenamiento de Bajo Estrés y Screen of Green. Algunas de estas técnicas son fáciles de aplicar; otras requieren más práctica.
8. Aprovecha los beneficios de la poda
Nuestro octavo consejo para cultivar marihuana al aire libre es podar regularmente. No solo esto puede ayudar a evitar que tus plantas se vuelvan demasiado grandes, la poda también es la forma perfecta de estimular a tu planta para que invierta energía en los cogollos. Por lo tanto, la poda puede llevar a una mayor cosecha.
Al podar, haces una elección deliberada para eliminar las hojas en ciertos puntos. Como principiante, por ejemplo, solo eliminas las hojas ya marchitas y amarillas. Si tienes más experiencia, también puedes eliminar las hojas de abanico. Esto asegura que la planta invierta más energía en los cogollos y que más luz y aire puedan llegar a otras partes de la planta.
9. El mejor momento para cosechar
El momento de la cosecha es muy importante si quieres disfrutar de una buena cosecha. Si lo haces demasiado pronto, los cogollos aún no contienen suficientes sustancias activas. Si lo haces demasiado tarde, el THC se convierte en CBN, una sustancia que no produce un efecto psicoactivo.
Puedes determinar el momento adecuado observando de cerca los cogollos, especialmente los tricomas. Los pistilos también pueden ser un buen indicador.
10. Sé flexible y disfruta del viaje
Es vital recordar que esto se trata de ti. Tu participación y el esfuerzo que pones en cultivar cannabis están impulsados por tu propia pasión por esta planta. Este es un viaje personal, en el que tienes la oportunidad de aprender, crecer y experimentar los frutos de tu trabajo.
Afortunadamente, cultivar tu planta en macetas proporciona una solución maravillosa. Cuando plantas una planta de cannabis en una maceta, ganas un grado de control y flexibilidad. Puedes mover fácilmente la maceta a diferentes ubicaciones dependiendo de las condiciones y necesidades de la planta, sin incomodar a los demás.
